Una amiga de la terapia me esta ayudando a hacer estos trucos de fotos y cambiar las letras.No sé que me pasa, pero desde que me cambiaron las medicinas de la ansiedad y el litio me desvelo a esta hora, aún cuando mamá me obliga a tomarme un té de tilo antes de acostarme. Lo bueno de esto es que ya no veo al cerdo bizco y barbudo que me persigue cunado me siento muy triste. Lo malo de ese té es que me pone tan mongo que en ocasiones me da retortijones y no me dá tiempo a llegar al baño. Papá compró unos bolsas plásticas para asi ponerlas bajo las sabanas. El es un gruñon pero me quiere mucho, por eso esta empeñao en que me case para que les traiga muchos nietos. Antes me abochornaba contar estas cosas pero desde que estoy recibiendo terapia grupal me he liberado mucho, pero también me he convertido en un rebelde poético y pensador.Me siento tan feliz que hasta estoy considerando estudiar modelaje y actuación. Unas compañeras de las terapias me dijeron que yo parecía un artista. No sé, pues la poesía y la filosofía me llenan mucho. A lo mejor es una buena combinación. Voy a consultarlo con la virgencita. A continuación el tan esperado poema para mis almas gemelas Caribeña, Manny y el Sr. Baluarte.Corajus, comelones y enamorados
Hoy abrí la nevera y ví unos tomates rojos
que me gritaron con dolor y susto no,
no me comas rebelde malvado.
Arrepentido levanté mis ojos a los montes y la savia de la
caoba iluminó mi camino, porque unas mariposas
me estaban tendiendo un nido, echo con trazos de oro
y con un sigular sonido, del rio rojo ebrio de tanto amor
que se nos ha ido en pensar fresquerias que vienen
con el viento de la montaña donde duerme Agueybana
y su ejercito de caníbles sanscritos.
Solo somos hormiguitas prietas que abren caminos en la tierra cafetalera
donde el buey que surcaba la tierra para que crecieran tomates rojos
que terminan en nuestras barriguitas, cuando papa saca sus chavitos y
mamá hace un buen guiso.
La virgencita me encomendó que le diera
mucho cariño a mis corajus, comelones y enamorados.
Mariposa en vuelo descarilladas en el tren
de la desdicha que pisa perros satos
dejando trazo de rojo carmesí al olvido
por
Ronal el Poeta rebelde